domingo, 17 de febrero de 2013

Disgrafia: Trastorno de la Escritura




La disgrafia o disgrafía es un trastorno del lenguaje que dificulta o imposibilita escribir correctamente. Según el psicólogo Sergi Banús Llort, la disgrafia la manifiestan niños que no presentan problemas intelectuales, neurológicos, sensoriales, motores, afectivos o sociales.


        Existen dos tipos de disgrafia: la adquirida y la evolutiva. La adquirida es aquella que se adquiere o se produce en personas que pierden o empeoran la capacidad de escribir como consecuencia de un accidente o lesión cerebral. Por el contrario, la disgrafía evolutiva es la que presentan personas que tienen problemas en la escritura sin razón aparente. Rivas (2007) así lo define: “la disgrafía es  un trastorno de tipo funcional que afecta la calidad de la escritura del sujeto, en lo que se refiere al trazado o a la grafía.” Es decir, se trata de un problema en la expresión escrita en personas que tienen una inteligencia normal,  escolarización adecuada, desarrollo adecuado, etc.
        Fernández (1978) y Portellano Pérez (1985) (ambos citados por Rivas, 2007: 164-
165) coinciden en que la disgrafía evolutiva se divide en dos subtipos:
·         disgrafía como proyección de la dislexia  en la escritura: los errores son
similares a los cometidos por el niño disléxico.
·         disgrafía motriz, debida a incoordinaciones o alteraciones psicomotrices. Esta se considera más frecuente.

             La disgrafía se manifiesta a través de una serie de síntomas que aparecen desde el inicio de la escolarización y aumentan a medida que avanza la escolarización inicial. Banús (n.d.) señala que existen dos tipos de síntomas relacionados. Los primeros, denominados signos secundarios globales, comprenden la postura inadecuada, soporte incorrecto del instrumento (lápiz, bolígrafo, etc.), mala presión del mismo o velocidad de escritura excesivamente rápida o lenta. Por otra parte, los síntomas específicos, ponen su atención en elementos del propio grafismo como gran tamaño de las letras, letras inclinadas, deformes, excesivo espaciado entre letras o muy apiñadas, enlaces indebidos entre grafemas, letras irreconocibles y, en definitiva, texto de difícil comprensión.

Métodos de evaluación

            Para el establecimiento del diagnóstico de la disgrafía es necesario tener en cuenta el factor edad, dado que este trastorno no empieza a manifestarse hasta después de haber iniciado el período de aprendizaje (después de los 6-7 años). Se considera inadecuado que  el diagnóstico ocurrea antes de estas edades (Banús, n.d.).  
             Existen varias pruebas estandarizadas que se utilizan para evaluar la escritura que permiten a los expertos comparar a los estudiantes que presentan síntomas asociados a la disgrafia con sus pares (Disgrafia, Evaluación y Diagnóstico, n.d.):
-CLE. Prueba de conocimientos sobre el lenguaje escrito. Ortíz, MªR. y Jiménez, J.E., (1994)
- BEHNALE. Batería evaluadora de las habilidades necesarias para el aprendizaje de la lectura y escritura. Mora Mérida, J.A., (1993)
- Test CEAL de Control de la Evaluación el Aprendizaje de la Lectoescritura. Huerta, E. y Matamala, A., (1992)
- Test de cloze: aplicaciones psicopedagógicas. Condemarin, M. (1990)
- THG: test de habilidades grafomotoras. García Núñez, J.A. y León, O., (1989)
- Escala de escritura. Ajuriaguerra, J. (1973)
            En cuanto al ambiente escolar se recomienda que los maestros presten atención a la frecuencia con que el niño comete errores gráficos, dificultad para escribir, legibilidad, trazo de las letras, etc.
Plan de Intervención
            Un plan de intervención establece las estrategias educativas que se llevarán a cabo con el estudiante que presenta disgrafia. Primero se deben identificar todos los agentes que participarán del Plan, entiéndase padres, maestros, terapistas, etc. Una vez se determine esto y tomando en consideración las evaluaciones hechas con anterioridad, se elabora el plan.  El mismo debe contener las dificultades que posee el estudiante, las fortalezas y la forma en que se va a intervenir para lograr una mejoría en la condición del alumno. Según el portal de Psicología de la Educación para padres y profesionales (psicopedagogía.com), el tratamiento de la disgrafía abarca  diferentes áreas: psicomotricidad, percepción, visomotricidad, grafomotricidad, grafoescritura, perfeccionamiento escritor.
           
Sugerencias metodológicas para el mejoramiento de la disgrafía (Tomas, n.d.)

• Ejercicios de diferenciación brazo, muñeca, mano.
• Ejercicios de orientación espacial.
• Ejercicios de esquema corporal.
• Ejercicios de psicomotricidad
• Ejercicios de percepción de tamaño.
• Ejercicios de atención.
• Ejercicios de grafopercepcion.
• Ejercicios de ritmo.
• Ejercicios de figura y fondo.
• Ejercicios de grafoescritura.
• Ejercicios de perfeccionamiento escritor (caligrafía)
            Por otro lado, dentro del salón de clases, el maestro debe corregir diariamente las producciones del niño, ofrecer ejercicios que estimulen al estudiante y lo lleven a perfeccionar su escritura.

Referencias
Banús, S. (n.d.) Trastorno de la Escritura. Recuperado de:            http://www.psicodiagnosis.es/areaclinica/trastornosenelambitoescolar/
Rivas Torres, R.M., Fernández Fernández, P. (2007). Dislexia, disortografía y disgrafía. Madrid:  Ediciones Pirámide (Grupo Anaya, S.A.)
Tomas, U. (n.d.) Disgrafia-Trastorno de la escritura y su tratamiento. Recuperado de:            http://www.elpsicoasesor.com/2011/02/disgrafia-trastorno-de-la-escritura-y.html
---. (n.d.) Dislexia, Evaluación y Diagnóstico. Recuperado de:         http://www.ladislexia.net/evaluacion-de-la-disgrafia/